martes, 11 de diciembre de 2012

CULTURA ESCRITA Y EDUCACION

Conversaciones de Emilia Ferreiro
(Con José Antonio Castorina, Daniel Goldin y Rosa María Torres)
Estas son la transcripción de tres últimas sesiones:
La escuela y el docente frente al cambio
Rosa María Torres: Emilia, en estos últimos cuatro años de viajar por el mundo entero he podido constatar algo patético: los profesores enseñan a leer y escribir de la misma manera. Yo sabía que hay ciertos rasgos universales en la cultura escolar, pero he tenido ahora oportunidad de presenciarlo en los países y las lenguas más diversos: niños que repiten coreando, profesores que escriben en un pizarrón esperando que los niños copien, largos coros, interminables letanías. En escuelas rurales y urbanas, públicas y privadas, con profesores capacitados y no capacitados. ¿Cómo es posible que esto se dé en todo el mundo?
Emilia Ferreiro: La escuela es una de las instituciones más conservadoras que existen en la sociedad. Los cambios en el sistema escolar son lentísimos. En algún texto dije que el único avance que veía en las últimas décadas era la desaparición del castigo corporal. Me da la impresión de que en eso se ha avanzado (no quiere decir que no haya agresión, hay formas más sutiles de agredir).
Tú hablas de prácticas que no son muy diferentes de la formación de los escribas en la Mesopotamia clásica, cuando la conservación de documentos dependía de la copia, no había otra manera de reproducción, se necesitaba formar técnicos copistas. Eso sigue tal cual, como si no hubiera pasado nada, como si la imprenta o el fotocopiado no se hubieran inventado, y aunque la materia “caligrafía” prácticamente está ausente en los programas, la idea que subsiste detrás de la caligrafía no se ha desacreditado, aún está vigente.

Pero, ¿Quién es Emilia Ferreiro?

La Dra. Prof. Emilia Beatriz María Ferreiro Schavi ( n. Buenos Aires, 19361 ) es una psicóloga, escritora, y pedagoga argentina, radicada en México, con un doctorado por la Universidad de Ginebra, bajo la orientación de Jean Piaget.2
En 1970, después de formarse en la licenciatura en psicología por la Universidad de Buenos Aires, estudió en la Universidad de Ginebra, donde además trabajó como investigadora asistente y colaboradora3 de Jean Piaget, y obtendría su PhD bajo la supervisión y orientación del insigne psicopedagogo suizo. Retornó a Buenos Aires, en 1971, donde formaría un grupo de estudios sobre alfabetización, y además publicó su tesis de doctorado: Les relations temporelles dans le langage de l'enfant (Las relaciones temporales en el lenguaje del niño). Al año siguiente, recibió una beca de la Fundación Guggenheim (en EE. UU.) En 1974 se alejó de sus tareas docentes en la Universidad de Buenos Aires.
En 1977, después del golpe de Estado en la Argentina pasó a vivir en el exilio, en Suiza, estudiando en la Universidad de Ginebra. Luego, inició con Margarita Gómez Palacio, un estudio en Monterrey (México) con infantes que presentaban dificultades de aprendizaje.4 En 1979 pasó a residir en el Distrito Federal (México) con su marido, el físico y epistemólogo Rolando García, con quien tuvo dos hijos.
Actualmente es profesora titular del "Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, en la ciudad de México.

DISCURSO DE GABRIEL GARCIA MARQUEZ EN LA ENTREGA DEL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 1982

La soledad de América Latina
Nuestro muy querido Gabo, al recibir el premio nobel de literatura de 1982, da un discurso muy hermoso. Comienza de esta manera:
“Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.
Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos los testimonios más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.”
Desde que tuve 12 años he admirado a este escritor, cuando comencé a leer “Cien años de soledad”, siempre me ha parecido fascinantes todas las obras que pude leer de el, y en este discurso muestra un lenguaje magistral agradeciendo por el premio nobel de literatura.
La parte de su discurso que más me gusto es esta:
“Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.”
García Márquez termina su discurso de esta manera:
“En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias.”



lunes, 10 de diciembre de 2012

PABLO NERUDA: Recepción del Premio Nobel de Literatura 1971


 Pablo Neruda:

Mi discurso será una larga travesía, un viaje mío por regiones, lejanas y antípodas, no por eso menos semejantes al paisaje y a las soledades del norte. Hablo del extremo sur de mi país. Tanto y tanto nos alejamos los chilenos hasta tocar con nuestros limites el Polo Sur, que nos parecemos a la geografía de Suecia, que roza con su cabeza el norte nevado del planeta.[.....]


A cada lado de la huella contemplé, en aquella salvaje desolación, algo como una construcción humana. Eran trozos de ramas acumulados que habían soportado muchos inviernos, vegetal ofrenda de centenares de viajeros, altos cúmulos de madera para recordar a los caídos, para hacer pensar en los que no pudieron seguir y quedaron allí para siempre debajo de las nieves. También mis compañeros cortaron con sus machetes las ramas que nos tocaban las cabezas y que descendían sobre nosotros desde la altura de las coníferas inmensas, desde los robles cuyo último follaje palpitaba antes de las tempestades del invierno. Y también yo fui dejando en cada túmulo un recuerdo, una tarjeta de madera, una rama cortada del bosque para adornar las tumbas de uno y otro de los viajeros desconocidos.[...]


Señoras y Señores:

Yo no aprendí en los libros ninguna receta para la composición de un poema: y no dejaré impreso a mi vez ni siquiera un consejo, modo o estilo para que los nuevos poetas reciban de mí alguna gota de supuesta sabiduría. Si he narrado en este discurso ciertos sucesos del pasado, si he revivido un nunca olvidado relato en esta ocasión y en este sitio tan diferentes a lo acontecido, es porque en el curso de mi vida he encontrado siempre en alguna parte la aseveración necesaria, la fórmula que me aguardaba, no para endurecerse en mis palabras sino para explicarme a mí mismo.[....]

En aquella larga jornada encontré las dosis necesarias a la formación del poema. Allí me fueron dadas las aportaciones de la tierra y del alma. [....]

El poeta no es un pequeño dios. No, no es un pequeño dios. No está signado por un destino cabalístico superior al de quienes ejercen otros menesteres y oficios. A menudo expresé que el mejor poeta es el hombre que nos entrega el pan de cada día: el panadero más próximo, que no se cree dios. Él cumple su majestuosa y humilde faena de amasar, meter al horno, dorar y entregar el pan de cada día, con una obligación comunitaria. [...]

Yo escogí el difícil camino de una responsabilidad compartida y, antes de reiterar la adoración hacia el individuo como sol central del sistema, preferí entregar con humildad mi servicio a un considerable ejército que a trechos puede equivocarse, pero que camina sin descanso y avanza cada día enfrentándose tanto a los anacrónicos recalcitrantes como a los infatuados impacientes.[...]

En conclusión, debo decir a los hombres de buena voluntad, a los trabajadores, a los poetas, que el entero porvenir fue expresado en esa frase de Rimbaud: solo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres.[...]

Así la poesía no habrá cantado en vano.
Dicho por Pablo Neruda.

Las palabras dichas por Pablo Neruda causan tanto estremecimiento, que nos hacen reflexionar acerca de que es lo que hacemos en la vida y sobre todo el sacrificio y la importancia que tiene la poesía en nuestra vida diaria y como ella nos puede afectar.


LA ESCRITURA EMBRUJADA...

Gabriel García Márquez. La escritura embrujada
Una entrevista de Conchita Penilla con Gabriel García Márquez filmada por Yves Billon y Mauricio Martínez-Cavard en la que se desentrañan las claves de su particular oficio de escritor.

A través de la palabra asistimos a un completo recorrido por la vida, la obra y los métodos del escritor colombiano.

«La escritura de ficción es un acto hipnótico. Uno trata de hipnotizar al lector para que no piense sino en el cuento que tú le estas contando y eso requiere una enorme cantidad de clavos, tornillos y bisagras para que no despierte. Eso es lo que llamo la carpintería, es decir es la técnica de contar, la técnica de escribir o la técnica de hacer una película. Una cosa es la inspiración, otra cosa es el argumento, pero cómo contar ese argumento y convertirlo en una verdad literaria que realmente atrape al lector, eso sin la carpintería no se puede.»


ENTREVISTA A UN GRANDE: MARIO BENEDETTI

La periodista Marialcira Matute comienza esta entrevista a Mario Benedetti haciendo un pequeño comentario del libro reciente del escritor, “Nuevo Rincón de Haikus”, compuesto principalmente por poemas breves y especiales.
M. Matute le pregunta a M. Benedetti que libros desearía leer uno tras otro en un día o tal vez releerlos, M. Benedetti le responde que francamente no lo sabe, pero que actualmente se encuentra leyendo un libro de antologías de humoristas uruguayos.

Luego se aborda brevemente el tema del desplazamiento que está sufriendo el tango, por otras músicas, M. Matute le pregunta al escritor que es lo que hay que hacer para recuperar el tango en Uruguay, M. Benedetti le responde que si bien en los centros de música se ponen canciones más modernas y sincopadas, el tango se sigue bailando y tocando en muchos lugares, incluso existen grupos de baile especializados en el baile del tango, que se presentan en la televisión, y justamente Piazola que es como un reformador del tango ha hecho que esa música sea más interesante para la gente.

Después de ello M. Matute, le pregunta al escritor, acerca de una afirmación hecha en su libro “Nuevo Rincón de Haikus”, que dice que los periodistas preguntan como si ya supieran lo que el entrevistado va a responder, y eso es lo que los hace hacer periodismo.
A esto Mario Benedetti le responde que a veces el periodista, pregunta y tiene cierto sentido de la respuesta, sabe que va a responder el otro, pero no siempre es así, a veces la respuesta desorienta bastante al periodista porque no es la que esperaba.

Luego M. Matute, le pregunta a Mario Benedetti acerca de cuáles son los cambios que el ve entre el Montevideo ciudad antiguo y el Montevideo actual, el escritor le responde que de hecho la ciudad ha cambiado, y que lo que más extraña de ella son los árboles de la av. 18, que habían sido retirados, pero que ahora están volviendo a ser colocados, para el escritor el cambio de la ciudad es claro existe desconfianza entre la gente, no tiene el mismo espíritu de antes; dentro de su respuesta Mario Benedetti hace una apreciación acerca del gobierno de Tabare Vázquez, dice que su gobierno ha tenido una muy buena influencia y que el gobernante se sabido rodear de gente muy capaz y honesta, eso ha hecho que la gente le otorgue un voto de confianza a su gobierno, tanto así que en las últimas encuestas, que se realizan en el país, ha obtenido una gran mayoría de aceptación.

Seguida de esta respuesta, M. Matute le pregunta si entonces ve a Uruguay con esperanza, a esto Mario Benedetti que si lo ve con esperanza, y que justamente el ultimo poema que escribió se titula “Soneto de la esperanza”.


M. Matute, agrega a lo respondido por M. Benedetti que estos cambios que se producen en los países latinoamericanos, se encuentran de alguna manera integrados, complementados.
M. Benedetti refiere que los cambios que se dan son positivos, y en particular Venezuela, tiene muy buenos cambios para su pueblo.

Cambiando de tema, M. Matute le dice: a uno le llama la atención como un escritor que siempre ha sido comprometido con su literatura, que no ha cambiado en lo esencial ni en lo que uno defiende, a usted lo entienden y lo siguen adultos, lo entienden y lo siguen y nosotros hicimos una vez un trabajo con un grupo de niñitos leyendo algunos poemas de “El olvido está lleno de memorias” y era increíble la cantidad de conversaciones que surgían de esos poemas y eran niñitos de cinco, siete años, ¿ Cómo puede hacer un escritor para llegar a tan amplio público, por tantos años y que lo sigan queriendo y que siga siendo motivo de interés para los lectores?. M. Benedetti le responde que eso es un misterio, que no se lo puede explicar, se ha dado en su caso, lo satisface, pero que no es algo que se hubiera propuesto, ni que tenga una explicación demasiada lógica.
Luego, M. Matute le pregunta: ¿qué le diría a aquellos escritores que quieren escribir un libro en la mañana, publicarlo en la tarde y verlo al día siguiente empezar a verlo en todas las librerías? A esto M. Benedetti responde: yo no encontré editor para mis primeros siete libros, y no se vendió ni un solo ejemplar, para el octavo libro recién encontré un editor y se vendieron 500 ejemplares, y a partir de ese momento mi literatura tuvo difusión, pero los siete libros me los pague con mi oficio de taquígrafo, que por aquellos tiempos era bien remunerado.

Después de esto, hablan acerca del amor, M. Matute le pregunta: en cuanto al amor ¿Cómo es el amor para usted? M. Benedetti responde: para mí el amor ha sido muy estimulante porque estuve casado sesenta años con la misma mujer, que infortunadamente falleció el año pasado, el amor ha sido una cosa muy importante en mi vida, el amor es una cosa que esta mas allá de lo político. Seguido de esta respuesta M. Matute le pregunta si la esencia de la pareja seria conversar y escuchar, M. Benedetti le contesta que la pareja también se puede entender en el silencio, que el silencio a veces es muy creador, muchas veces los actos más conmovedores del amor se realizan en silencio, claro que también se habla, se comenta de todo entre las parejas, con dolor, humor, tristeza, seriedad.

Luego M. Matute señala: Galeano nos decía en una entrevista reciente, que le hicimos también en Montevideo, que no es más culto el que más lee, sino es más culto el que sabe escuchar ¿Qué opina usted de eso?, M. Benedetti le responde que le parece muy bien y que en efecto tiene razón, M. Matute agrega que cuando uno lee también está escuchando al escritor, porque esta solo con el escritor, compartiendo y con eso llegan a una intimidad, a esto M. Benedetti le contesta que el escritor dice diversas cosas y estas mismas no son captadas de igual manera por todos sus lectores, hay unos que la alcanzan de una manera y otros de diferente forma.
M. Matute le dice al escritor que sus libros son una especie de paracaídas que los lectores toman con mucha seguridad porque saben que están bien construidos y los que van a llevar bien a tierra. Le menciona que muchos jóvenes tienen consultas acerca de que deben leer, ella no se atreve a recomendarles algo en particular pues cree que eso va mas por una elección guiada por el gusto personal, por ello le pregunta a la escritor si es bueno leer al azar o si primero se debe seguir cumplir con una disciplina literaria, M. Benedetti le responde que son muy importantes los caminos que el futuro lector, o el lector presente se trace de acuerdo a sus preferencias o necesidades, dice que esas mismas lecturas que al comienzo se efectuaron le irán abriendo la mente y el corazón al lector y lo irán preparando para otros tipos de lecturas distintos a los de sus gustos preferenciales, y así aprenderá a leer.

He leído algunas obras de Mario Benedetti, ahora espero leer también sus poemas y aprender de este gran escritor!

sábado, 8 de diciembre de 2012

LA PRODUCCION DE TEXTOS

10 CONSEJOS PARA ESCRIBIR UN BUEN CUENTO
-El escritor es un radar que siempre está encendido a la espera de la palabra inspiradora, la idea sobresaliente o el argumento imperecedero, tiene además de las orejas, una memoria de elefante que transforma los conceptos viejos en otros originales.

-El inicio debe atrapar al lector, la Metamorfosis de Kafka es un buen ejemplo: "Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto".

-La técnica del dato escondido suele dar buen resultado. Es decir, hacerle oler, luego lamer el chocolate al lector e írselo entregándoselo por dosis a lo largo del escrito, hasta que finalmente alcance al delicioso relleno.

-Salvo que dominemos la belleza absoluta de la palabra, sin pasarnos de un género a otro (de narrativa a poesía) trabajemos nuestro cuento en base a buenos argumentos. Si conseguimos contarle oralmente nuestra narración a una persona y esta gusta por su trama, habremos ganado el 50% de la batalla. Iniciaremos con ventaja.

-Olvidemos las presentaciones inútiles de los personajes o sus quehaceres cotidianos, presentemos desde un inicio la acción, incluso el conflicto.

-Si una palabra, o una frase, puede ser suprimida de nuestro cuento y no afecta en nada su estructura, entonces quitémoslas. Seamos breves y precisos en lo que decimos. El cuentista debe ser un economista de las palabras. No utilicemos con frecuencia las mismas, usemos sinónimos para enriquecer el lenguaje.

-Narrar en primera persona otorga una sensación mayor de verdad; de lo convincente, más no siempre de lo verosímil.

-Consultemos la apreciación sobre los finales de nuestros cuentos con nuestros amigos o personas que lean o escriban. García Márquez lo practicaba como hábito, ¿por qué no nosotros? No olvidemos que generalmente el final es lo que quedará revoloteando, o no, en la mente del lector.

-El final debe ser una cachetada al lector, o un jaque mate. La novela gana la contienda por puntos, el cuento por N.K (Cortázar).

-Echemos mano de las técnicas literarias. A veces un buen final resulta de técnicas como el engaño. “La encontraron muerta, aplastada sobre la alfombra y la habitación estaba cerrada por dentro” (al final del cuento y de todas las averiguaciones del investigador, resulta que la víctima era una mosca).

PROBLEMÁTICA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA

 El uso del lenguaje escrito implica la capacidad para aprender cosas nuevas mediante la lectura y la capacidad para exponer nuestros pensamientos por escrito. La lectura y la escritura exigen coordinar una amplia variedad de actividades complejas, algunas implicadas en asignar un significado a los símbolos escritos y otras, en la interpretación del significado del texto. Aprender a leer y escribir requiere el uso del lenguaje de manera más consciente, formal, deliberada y descontextualizada. Dada su complejidad, el aprendizaje de estas actividades llega a convertirse en un serio problema para educadores y educandos. Tenemos que respondernos: ¿Qué problemas en la ejecución de la lectura y la escritura presentan los niños considerados con problemas de aprendizaje? ¿Cómo identificar el origen de los problemas? ¿Cómo favorecer la comprensión y el aprendizaje a través de la lectura y la escritura?
La dificultad con la enseñanza de la lectoescritura es un problema
nacional en nuestro país. En el mismo inciden diferentes factores como la preparación del profesor, el desempeño de los estudiantes y la motivación, pero también inciden problemas estructurales como modelos educativos, planes y programas de estudio y de fondo y más complejo aún, los niveles de procedencia del estudiante. Planteamos que esta problemática nacional puede disminuirse en el nivel superior si los estudiantes inician la práctica educativa con los talleres de lectura dirigida para leer despacito, muchas veces y así poder comprender lo que escriben y leen.

Los trastornos de aprendizaje de la escritura son tan frecuentes como los de la lectura y tenderían a afectar más a los varones que a las mujeres.

El trastorno del aprendizaje de la escritura, conocido también como disgrafía, incluye problemas para escribir, deletrear y organizar las idean sobre un papel.
Se diagnostica cuando las habilidades de escritura de un niño disminuyen "muy por debajo" del nivel normal para su edad y coeficiente intelectual (CI).
A diferencia de lo que ocurre con las discapacidades de lectura, como la dislexia, existen pocos estudios sobre los problemas de escritura, a la vez que se desconoce la tasa del problema en los niños estadounidenses.
En el nuevo estudio, los autores determinaron que entre el 7 y el 15 por ciento de más de 5.700 alumnos estudiados desarrolló un trastorno de la escritura durante su escolaridad. Los porcentajes variaron según los criterios diagnósticos utilizados.
La evaluación de esos problemas de escritura y aprendizaje se puede realizar en la escuela y si se diagnostica un trastorno, los niños pueden recibir servicios educativos gratuitos para manejar el trastorno.
En el diario El comercio encontré que en un pequeña encuesta realizada por inmediaciones de la Plaza de Armas de Lima, se pudo comprobar que la mayoría de personas adultas solo leen diarios, chistes, cómics y algunas leyes para una investigación, pero muy pocos leen libros por puro placer.
Para leer es recomendable tener un diccionario cerca el cual nos ayudará a buscar palabras desconocidas, y te ayudará a entender mejor el texto, también es bueno subrayar o resaltar las frases o palabras más importantes de la lectura. Para comprender mejor un texto prueba leer en silencio, ya que seguir la lectura con los ojos te ayudara a tener una mayor concentración y retención, siempre y cuando lo realices en un lugar donde tenga buena iluminación, ventilado y sin distracciones.
Ya es hora de cambiar nuestro país y esto solo se lograra con una mejor educación. Como profesores es nuestro deber incentivar la lectura.