sábado, 8 de diciembre de 2012

PROBLEMÁTICA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA

 El uso del lenguaje escrito implica la capacidad para aprender cosas nuevas mediante la lectura y la capacidad para exponer nuestros pensamientos por escrito. La lectura y la escritura exigen coordinar una amplia variedad de actividades complejas, algunas implicadas en asignar un significado a los símbolos escritos y otras, en la interpretación del significado del texto. Aprender a leer y escribir requiere el uso del lenguaje de manera más consciente, formal, deliberada y descontextualizada. Dada su complejidad, el aprendizaje de estas actividades llega a convertirse en un serio problema para educadores y educandos. Tenemos que respondernos: ¿Qué problemas en la ejecución de la lectura y la escritura presentan los niños considerados con problemas de aprendizaje? ¿Cómo identificar el origen de los problemas? ¿Cómo favorecer la comprensión y el aprendizaje a través de la lectura y la escritura?
La dificultad con la enseñanza de la lectoescritura es un problema
nacional en nuestro país. En el mismo inciden diferentes factores como la preparación del profesor, el desempeño de los estudiantes y la motivación, pero también inciden problemas estructurales como modelos educativos, planes y programas de estudio y de fondo y más complejo aún, los niveles de procedencia del estudiante. Planteamos que esta problemática nacional puede disminuirse en el nivel superior si los estudiantes inician la práctica educativa con los talleres de lectura dirigida para leer despacito, muchas veces y así poder comprender lo que escriben y leen.

Los trastornos de aprendizaje de la escritura son tan frecuentes como los de la lectura y tenderían a afectar más a los varones que a las mujeres.

El trastorno del aprendizaje de la escritura, conocido también como disgrafía, incluye problemas para escribir, deletrear y organizar las idean sobre un papel.
Se diagnostica cuando las habilidades de escritura de un niño disminuyen "muy por debajo" del nivel normal para su edad y coeficiente intelectual (CI).
A diferencia de lo que ocurre con las discapacidades de lectura, como la dislexia, existen pocos estudios sobre los problemas de escritura, a la vez que se desconoce la tasa del problema en los niños estadounidenses.
En el nuevo estudio, los autores determinaron que entre el 7 y el 15 por ciento de más de 5.700 alumnos estudiados desarrolló un trastorno de la escritura durante su escolaridad. Los porcentajes variaron según los criterios diagnósticos utilizados.
La evaluación de esos problemas de escritura y aprendizaje se puede realizar en la escuela y si se diagnostica un trastorno, los niños pueden recibir servicios educativos gratuitos para manejar el trastorno.
En el diario El comercio encontré que en un pequeña encuesta realizada por inmediaciones de la Plaza de Armas de Lima, se pudo comprobar que la mayoría de personas adultas solo leen diarios, chistes, cómics y algunas leyes para una investigación, pero muy pocos leen libros por puro placer.
Para leer es recomendable tener un diccionario cerca el cual nos ayudará a buscar palabras desconocidas, y te ayudará a entender mejor el texto, también es bueno subrayar o resaltar las frases o palabras más importantes de la lectura. Para comprender mejor un texto prueba leer en silencio, ya que seguir la lectura con los ojos te ayudara a tener una mayor concentración y retención, siempre y cuando lo realices en un lugar donde tenga buena iluminación, ventilado y sin distracciones.
Ya es hora de cambiar nuestro país y esto solo se lograra con una mejor educación. Como profesores es nuestro deber incentivar la lectura.

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